El diario digital the atlantic publica un revelador artículo de Derek Thompson titulado Why american teens are so sad sobre la pandemia de tristeza en adolescentes americanos y los motivos por los que los indicadores de insatisfacción están marcando records.
De hecho en el periodo entre 2009 a 2021, según un estudio oficial del gobierno realizado sobre una muestra de 8000 adolescentes, la proporción de estudiantes estadounidenses de secundaria que dicen sentir “sentimientos persistentes de tristeza o desesperanza” pasó del 26 % al 44 %, la cota más alta jamás registrada y con algunas conclusiones que son motivo de preocupación:
Más del 25% de chicas adolescentes reportaron pensamientos suicidas, una tasa que duplica la de los chicos.
Todos los indicadores objetivos de depresión y ansiedad (autolesiones, disfunciones alimentarias, tentativas de suicidio) marcan una tendencia alcista durante la última década lo cual descarta una relación causa-efecto con la pandemia de Covid y el confinamiento.
El artículo apunta a 4 motivos que explican esta tendencia alcista:
La sobre-exposición a las redes sociales
En los últimos años, los científicos han planteado la idea de que el uso de las redes sociales hace que los adolescentes se sientan miserables. El psicólogo Jean Twenge autor del libro iGen es concluyente al respecto:
Las redes sociales no son como el veneno (tóxico para casi todos) sino más bien como el alcohol: una sustancia levemente adictiva que puede mejorar las situaciones sociales pero que también puede generar dependencia y depresión entre una minoría de consumidores.
Una conclusión que no dista mucho de los informes de Instagram filtrados al público por la ex-empleada Frances Haugen y que provocaron la comparecencia en el senado de los estados unidos.
El trasfondo del impacto de las redes sociales en los adolescentes es que son son excepcionalmente sensibles al juicio de amigos, maestros y la multitud digital.... una exposición a la crítica que se multiplica en el mundo virtual.
Cambios en los hábitos de sociabilidad
Como suelo explicar en mi Seminario de Prevención de Ciberadicciones, el problema no es sólo la pantalla en sí misma, sino la carencia en aquello que sustituye....
La sobre-exposición a las pantallas ROBA tiempo a una socialización de mayor calado y más nutritiva. Con dedicaciones diarias de 5, 6, e incluso hasta 8 horas, poco tiempo queda para sembrar relaciones humanas de calidad.
Infoxicación en un contexto global estresante
Si bien es cierto que el mundo plantea grandes retos (cambio climático, pandemia global, conflictos territoriales...), también lo es que el exceso de la información (infoxicación) aupada por métodos periodísticos estridentes (en búsqueda del click) no contribuye a una valoración sosegada y meditada.
La infoxicación y la espiral de atención en las redes sociales contribuyen a una visión "pesimista" de la vida, muestra de ello es el experimento en la universidad de standford en la que se midió el impacto en la positividad/negatividad tras un ayuno en el uso de Facebook durante 4 semanas y con resultados concluyentes:
Los usuarios que ayunaron en el uso de redes sociales reportaron un aumento de su bienestar y socialización.
Cambios en el contexto familiar
La generación "millenial" es la primera en nacer y desarrollarse en un mundo ya digitalizado, pero no sólo eso, sus padres son también la primera ante el reto de educar a sus hijos en un contexto del que carecen de referentes.
A este reto se suma la creciente tensión / presión al éxito y las dificultades en tolerar la incomodidad y tener un sentido de competencia personal
En definitiva, un artículo imprescindible que te invito a leer en profundidad aquí
Aprende hábitos cibersaludables ¿abrumado con la tecnología en casa? ¿necesitas recuperar el equilibrio con las pantallas? ¿sientes que tus hijos son cada vez más extraños para tí? ¿preocupada por las pantallas?,
No te preocupes, aprende hábitos cibersaludables y retoma el control de las pantallas en casa.
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