Bernie Sanders, el que fuera candidato demócrata a la presidencia de los Estados Unidos actualmente senador y presidente del comité "health education labor and pensions" ha publicado un artículo en el diario The Guardian al respecto de la crisis de Salud Mental en su país y especialmente en la infancia y adolescencia.
El artículo aporta ya de entrada datos estremecedores:
40% de las familias americanas han reportado preocupación por episodios de ansiedad o depresión en sus hijos.
El 20% de los estudiantes de secundaria reportan pensamientos serios de suicidio y el 9% ha intentado quitarse la vida.
Según la Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales, el suicidio es la segunda causa principal de muerte entre las personas de 15 a 24 años en los Estados Unidos.
La pandemia, su impacto en las relaciones sociales y en las expectativas de futuro es uno de los elementos que explican estos indicadores, pero sólo parcialmente. Según el senador, el impacto de las pantallas & redes sociales ha sido:
Radical y sin parangón en la historia de la humanidad.
¿El resultado?
El 32% de las adolescentes dijeron que cuando se sentían mal con sus cuerpos, algunas redes sociales como Instagram las hacía sentir peor.
Más del 40% de los usuarios que informaron sentirse "poco atractivos" correlacionaron el inicio de los sintamas con el uso de redes sociales.
Alrededor del 25% de los adolescentes que informaron sentirse "no lo suficientemente bien" dijeron que comenzó en Instagram.
Esa es solo parte de la trágica realidad que hoy afecta la salud mental de decenas de millones de jóvenes en Estados Unidos. Donde población segmentos de población vulnerable y en fase de maduración cognitiva (infancia, adolescencia...) están expuestos a las estrategias de las mejores mentes pensantes del sector tecnológico para hacer sus Apps más y más adictivas.
¿Y qué estamos haciendo para enfrentar esta crisis? La respuesta del senador Sanders es elocuente:
No mucho.
Está claro que el sistema educativo y sanitario de EEUU es muy diferente al de Europa, pero no deja de ser un aviso a navegantes.